La última mirada

Hoy ha sido probablemente la última visita a Smokey Mountain en este viaje. Esta puede que sea de las últimas miradas que he encontrado allí. Idéntica a tantas otras con las que me he cruzado en ese lugar y que resumen muy gráficamente las particularidades del mismo: suciedad, enfermedad y miseria. Creo que jamás podré olvidar la experiencia de haber conocido este sitio, a mi parecer, un infierno en la tierra!
Así termina este capítulo en la difusión de esta desgraciada historia, que lamentablemente no sabemos hasta cuando durará. Probablemente no sean nuestros ojos los que vean un vertedero controlado y gestionado de forma regular, ni a toda esa gente recolocada en trabajos y viviendas dignas... Filipinas es uno de esos países a los que les queda un largo y difícil camino para adquirir una calidad de vida aceptable y digna para todos su habitantes.

Negro / Jossie / Yebo

Estos tres 'angelitos endemoniados' son tres de los nueve hijos (y otro en camino) de una familia que vive justo delante de donde yo empiezo mi jornada diaria. Entrevisté a su madre hace un par de días, la situación familiar es muy muy precaria. Con 9,5 hijos el único sustento para la familia es lo que gana el padre en su 'Peddicab' (los taxi-triciclos), alrededor de 300 pesos al día (5€)... en fin un drama. Estos niños están todo el día correteando y jugando en la calle, Jossie el más pequeño no le gusta vestirse, así que anda todo el día desnudo, pero creerme cuando os digo que se lo pasan súper bien, están todo el día jugando entre ellos, riendo y haciendo travesuras. Evidentemente no van a la escuela. Con unos padres que se compran un móvil nuevo antes de dar de comer a sus hijos, os podéis imaginar lo que se preocupan de su educación. Son casos complicados, porque por ejemplo, el acceso al programa de escolarización de la fundación del Padre Giovanni, pasa por una selección del asistente social que tiene en cuenta la voluntad de los padres y el apoyo de estos para que sus hijos estudien. Aquí muchísimos, muchísimos niños, demasiados... y evidentemente no hay recursos para todos, por lo que es necesario 'apostar' por los casos con más probabilidades de éxito.
Me ha costado casi un mes que me dejaran hacerles una foto. En cuanto veían la cámara se escondían. Hoy la lluvia nos ha obligado a refugiarnos en el mismo lugar. Así que, un par de horas después, un helado y unos unas risas han permitido que aceptaran posar para mi... es más, hemos hecho todo un book de poses varias. Creo que por fin somos amigos!
La verdad es que realidades como estas son tan difíciles de cambiar, es muy difícil ayudar a familias que, como esta, tienen unos padres tan negligentes. L caridad les ayuda a salir del paso, pero no soluciona nada. Yo, que llevo observándoles varias semanas, me pregunta cada día qué se puede hacer en casos así. Difícil solución. Y este es sólo uno de los cientos de casos parecidos que hay en Tondo.

Los chicos de San Pablo, Tondo

Para ser fiel al principio del blog de publicar una foto hecha el mismo día de la entrada, hoy os presento a Benedict, Jasmine y Fernando. Tres de los chicos con quienes comparto momentos muy divertidos y especiales cuando cae la noche en Tondo. Espontáneamente nos reunimos en los bancos de la tiendecita que tiene la parroquia, para charlar un rato. A medida que han pasado los días han ido perdiendo la vergüenza y me han propuesto en varias ocasiones acompañarles en sus habituales actividades nocturnas. Me han invitado a conocer y probar especialidades culinarias muy particulares de filipinas... no todas fáciles de aceptar para la vista o el gusto del europeo. Vamos que yo un huevo hervido con el pajarito dentro no me lo como!
La verdad es que son una cuadrilla de chavales súper majos, muy sanos, maduros y divertidos. Ayer me propusieron madrugar e ir a la Bahía de Manila para ver el amanecer, hacer un poco de footing, seguido de una clase de 'street aerobic' y un agradable paseo. El madrugón ha valido la pena... bueno madrugón para mi, porque estos chicos no duermen mucho en general, aunque si vierais donde tienen que dormir la mayoría entenderiais el por qué?. Fernando me mostró su 'palacio' como el dice,y me presentó a su família en uno de esos paseos nocturnos... uffff, cuatro hermanos en un casucho oscuro de 4 m2 diría yo, con una especie de doble altura... Fernando duerme en una especie de banco de plástico (así como una silla de jardín doble para que me entendáis).
En fin, son jóvenes que gracias al programa de escolarización de la parroquia han podido estudiar y sobretodo, ganar confianza y unos valores de solidaridad envidiables... el gran sueño de Fernando (el primogénito de la familia) es poder trabajar para ayudar a su familia y montar un orfanato para niños pobres. Es un líder nato además, estoy segura de que lo conseguirá. Para mi realmente un 'modelo' a seguir. Salamat chicos!

Smokey 'Dandy'

Smokey Mountain es un lugar lleno de personajes. En cada visita parece que alguien toma el rol principal, aunque el argumento sea siempre el mismo, de entre las bambalinas siempre emerge el héroe. Pequeños guerreros, lacayos, vigías y malabaristas que entran y salen a escena con estoica dedicación y sin hacer mucho caso al guión.
A la luz de un cálido atardecer, 'Smokey Dandy' salía de la montaña con ademán alegre y satisfecho, creo que (a juzgar por la recompensa que llevaba en su mano) hoy había sido un buen día. Tiempo de plantarse sus mejores galas y salir con aires de gángster a quien no hay negocio que se le resista.

Carboneros

En Smokey Mountain, además del vertedero, hay una zona en la que alrededor de 100 familias ganan su sustento fabricando carbón. De ahí que la tristemente famosa montaña se conozca como la 'Montaña Humeante'. Hoy he visitado a una de esas familias para conocer el proceso y vivir en primera persona el asfixiante ambiente en el que trabajan a diario. Y digo familias porque allí van todos, niños incluidos.
Es literalmente como estar en un incendio sin llamas. El proceso se realiza en varias etapas, y no en todas se produce ese humo tóxico, pero claro, no todo el mundo quema a la vez, así que siempre hay zonas en las que, de verdad, es muy complicado respirar con normalidad. Resultado, un altísimo porcentaje de esas personas son enfermos de tuberculosis.

Una mirada perdida

Una imagen robada. Dudé en disparar. Sentí como que no tenía derecho a hacerlo. La mirada perdida de su pequeño cuerpo: rígido de caderas hacia abajo y retorcido en las extremidades superiores, parecía gritar la injusticia de nacer con discapacidades severas como las de esta niña en un lugar como Smokey Mountain. Por un instante sentí que mi corazón se detenía, que mis ojos humedecían. Disparé. Ha sido mi última fotografía hoy allí. He caminado detrás de ella durante los 10 minutos que se tarda en salir del poblado hacia la carretera principal. No puede ser, no puede ser que la vida sea tan injusta con esta gente.

HK City Break

Moderno, limpio y ordenado; adjetivos que no formarían parte de la descripción de Tondo, definen bien a Hong Kong. La ciudad vertical y su noche de neón multicolor crean un ambiente particularmente inusual para el visitante europeo. Palpitante hasta bien pasada la media noche en sus mercados callejeros, el 'made in China' te envuelve a 360 grados.
Es como aterrizar en otro planeta. Los ingleses supieron dejar huella en la circulación del tráfico y los autobuses de dos pisos, pero está claro que con el idioma no pudieron. Terrible el inglés de estos chinos, que además de su conocida dificultad para la pronunciación, no conocen ni la palabra 'noodles' ni la palabra 'spicy'... al menos en el restaurante en el que he comido hoy.
No hay como pasar toda la mañana de turista 'rompepiernas', que sean las 3 de la tarde sin comer, y tener un hambre de lobos, para que Aida se zampe en un periquete un mega plato de 'spicy noodles' que he pedido señalando una foto, porque no había ni menú en inglés, ni nadie (no me lo creo) que hablara la lengua del imperio británico en todo el local!! En fin, a ver si así acaba gustándome el picante!

Hormigón desarmado

Hoy mi acompañante fue Padre Carlo, otro de los misioneros de la Parroquia de San Pablo en Tondo. Con él, he podido constatar que en esta zona de Manila vivir en un edificio de viviendas no es sinónimo ni de mejor calidad de vida, ni de más higiene o seguridad.
Hemos subido los siete pisos de este inmueble, inacabado porque el gobierno que lo empezó perdió las siguientes elecciones y luego Marcos andaba demasiado ocupado llenándose los bolsillos y se olvidó de terminarlo.
En este edificio viven alrededor de 700 u 800 familias (sin contar a los 'ocupas' que han aprovechado algún rinconcito de la azotea o del hueco del ascensor que nunca se puso). El deterioro del lugar es flagrante, además de la falta de mantenimiento (pero eso es algo generalizado en cualquier infraestructura de esta zona de la ciudad), el azote de un terremoto a finales de los 90 hizo que el edificio temblara y se abrieran grietas en muchas partes de la estructura. El hormigón se va desprendiendo poco a poco, dejando al descubierto la armadura, y algunas columnas de la azotea están amarradas con alambres.
El chico que nos guía dentro del edificio, al peguntarle si no tienen miedo de vivir en un edificio en tan mal estado me comenta: 'la gente esta acostumbrada' ... como si eso eliminara el riesgo de que un día toneladas de hormigón te caigan encima de la cabeza.
Así que al final no se que es mejor, si hacerse una pequeña chavola debajo de algún puente, encima de endebles maderas sobre el río, al lado de 'territorio basura', o vivir en un edificio de viviendas que desafía la ley de gravedad cada día que pasa. Tú, ¿qué elegirías?. Esto es Tondo. Manila.

De pies a cabeza

En nuestra tercera incursión en 'territorio basura' la novedad ha sido que la seguridad de la empresa privada que gestiona el vertedero, hoy ha decidido no dejarnos entrar en la montaña. Después de avanzar con dificultad por el lodo y la basura para acercarnos a los chicos que estaban allí trabajando, nos han dado el alto: 'Esto es una propiedad privada!!'... sin oponer resistencia, ni idioma con el que poder discutir con ese hombre, damos media vuelta y nos dirigimos hacia el poblado pensando... 'pues todos estos chavales no creo que sean empleados de tu querida 'empresa de gestión de residuos' pero bueno'... lo volveremos a intentar más adelante.
En cualquier caso, por si en anteriores entradas no quedó bastante claro el retrato de los chicos que trabajan allí, aquí os dejo un retrato 'de pies a cabeza' de uno de ellos. Y era temprano, así que creerme si os digo que este chico estaba todavía muy limpio para lo que se ve por allí.

Zooming in

Y como siempre, un día más, en las entrañas de todo este caótico escenario en el que me encuentro, si te detienes un instante y haces un 'zoom in', acabas siempre encontrando esto: la penetrante mirada de ese niño que destruye el objetivo y te deja sentir un lento escalofrío que recorre lentamente la distancia entre el dedo del disparador y el ojo, ahora desnudo, que reta su negra mirada. Instante preciso en el que ves realmente de cerca el abismo en el que se encuentran estas personas.