
Es como aterrizar en otro planeta. Los ingleses supieron dejar huella en la circulación del tráfico y los autobuses de dos pisos, pero está claro que con el idioma no pudieron. Terrible el inglés de estos chinos, que además de su conocida dificultad para la pronunciación, no conocen ni la palabra 'noodles' ni la palabra 'spicy'... al menos en el restaurante en el que he comido hoy.
No hay como pasar toda la mañana de turista 'rompepiernas', que sean las 3 de la tarde sin comer, y tener un hambre de lobos, para que Aida se zampe en un periquete un mega plato de 'spicy noodles' que he pedido señalando una foto, porque no había ni menú en inglés, ni nadie (no me lo creo) que hablara la lengua del imperio británico en todo el local!! En fin, a ver si así acaba gustándome el picante!
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